Thursday, October 19, 2006


Es peligroso este faraón?
Hugo Chávez
(el último engendro del socialismo-banana) se ha convertido en un factor de discordia y descomposición en Latinoamérica. Una personalidad abrutada, burda, incontinente, unos sueños megalómanos, inteligencia elemental, la cultura propia de su origen y una chequera que da para todo, son los ingredientes de este cocktail.

Chávez, es, principalmente, una gran desgracia para los venezolanos; pero lo que debe preocuparnos: ¿lo será también para nosotros?.
En primer término, Chávez se siente con derecho a intervenir en cualquier país del continente; lo avalan su autoproclamada filiación de Simón Bolívar, y la dispensa de su prócer Fidel Castro, quien presintiendo cercana su muerte ha permitido ¡por fin! que otro sicótico adquiera su antiguo protagonismo (en esto algo tuvo que ver el hecho de que los petrodólares de Chávez son el último puntal de su régimen).
Armado con estas dos legitimantes, Hugo, el huracán del Caribe, ("La fuerza de la naturaleza", como lo llamó Richard I), se ha propuesto la gloriosa tarea de destruir el imperio Norteamericano, tal como Bolívar lo hiciera con el español. Fiel a esto, Chávez se siente amigo y aliado natural de cualquier enemigo de Norteamérica, sin importar nada más. Esto lo convierte en amigo y aliado, además del decadente Fidel Castro, del dictador demente de Corea del Norte, de los dictadores de Siria, Libia, Bielorrusia, y de los ayatolas de Irán; también lo fué de Saddam Hussein (el piadoso "fumigador de kurdos") y lo será de cualquier otro que cumpla esa condición. No importa que entre sus amigos estén los más peligrosos genocidas y terroristas, ni que se estén procurando armas nucleares, lo que importa es que sean enemigos de su enemigo.

Por supuesto que sueña con construir una coalición de naciones latinoamericanas unidas en la más armoniosa confraternidad socialista y obedientes a su sabia conducción; y en ese contexto, dada su investidura "bolivariana", se siente con derecho a arbitrar en asuntos de otros paises. Así les indica a los peruanos, ecuatorianos o mexicanos, por quíen deben votar, y así también apadrina desvergonzadamente al gobierno de Evo Morales y aboga por dar "justa satisfacción" a la pretensión boliviana de acceder al mar por territorio chileno.
Nadie le para el carro, porque o no lo consideran peligroso (teoría del "payaso"), o porque se benefician de su demencial "generosidad" (el "tonto con plata"); por ejemplo, a Kirchner le pagó buena parte de la deuda externa (4 mil millones de dólares) con un solo cheque, algo que muy posiblemente le permita hacerse reelegir.
En realidad, el derroche que está haciendo Chávez respaldado por la escalada de precios del petróleo, es escalofriante: además de mantener a la agónica economía cubana (lo que le ha costado 5 mil millones de dólares), está gastando, según datos de Carlos Montaner, 30 mil millones de dólares en armamentos, con lo que armará un ejército adoctrinado de más de un millón de hombres, (con entrenamiento cubano y armamento ruso), y la fuerza aérea más destructiva de Latinoamérica, con aviones rusos que se dice doblan en potencia y alcance a los F-16. Esto lo hace peligroso para nosotros, porque un antiguo sueño de Fidel Castro es instalar una base guerrillera en Bolivia desde donde soliviantar a todos los paises de la región; con los petrodólares de Chávez, eso podría dejar un de ser un delirio paranoico para convertirse en paranoica realidad.
El faraónico gasoducto que nace en la cuenca del Orinoco y debe llegar hasta la Patagonia, le cuesta, en principio, otros 30 mil millones, y así hay muchos disparates más, pero para resumir los gastos en el exterior se puede mencionar:
en Argentina: 4.166 millones
en Cuba: 5.017 millones
en Brasil : 4.500 millones
en Uruguay : 890 millones
en Paises del Caribe: 800 millones
en Jamaica : 387 millones
en Estados Unidos : 200 millones
en Ecuador : 200 millones
En República Dominicana : 156 millones, y un larguísimo etcétera.
Por otra parte, algunos de los malgastos en la misma Venezuela, que se pueden mencionar son:
20 mil millones de dólares para industrias básicas; 300 millones para dueñas de casa, 100 millones para empresas de “Producción Social”; 62,4 millones para cooperativas, etc,etc,etc,. En resumen, según el periodista venezolano Oliver Lauffer, Chávez habría regalado, sólo en estas limitadas enumeraciones, más de .......¡135 mil millones de dólares!.
El estado Venezolano mantiene una nómina de 1.630.000 funcionarios, (eran 350.000 en 1973, y un millón en 1984); la deuda externa pasó de 27.000 millones de dólares en 1999 a 47.000 millones en 2005, además de 20.000 millones en financiamento de créditos petroleros a “paises amigos” de la región.
Durante la gestión de Chavez el país ha perdido 7.000 industrias, lo que ha dejado al 58% (5,2 millones de personas) de la población activa cesante o trabajando en el sector informal (vendiendo arepas en la calle). DE una fuerza de trabajo de 9 millones de personas, sólo 3,2 millones están en el sector formal, y 1,6 millones son empleados públicos.
El gasto público ha crecido en 600%, la fuga de capitales al exterior (desinversión) ha superado los 32.000 millones de dólares, la devaluación de la moneda va en 150% (2.150 bolívares por dólar; en 1999 eran 700 bolívares por dólar).
El empobrecimiento de la población venezolana es dramático: El INE venezolano calculaba un umento de 10,2% en el índice de pobreza para los primeros 5 años de gobierno chavista. Según datos de O.N.U. la renta per cápitas del país ha caido a 4.900 dólares. La pobreza afecta al 53% de la población venezolana (12,7 millones), y la pobreza extrema al 25%. Cerca del 17% de la población sufre desnutrición en diverso grado.(Todo lo anterior, datos del INE venezolano).
La corrupción en los servicios públicos alcanza proporciones dantescas, y la corrupción de las policías puede considerarse catástrofe nacional.
En efecto, el índice de criminalidad, consecuencia de factores sociales y corrupción policial rompió todos los records, al punto de que se registran 15.000 homicidios cada año, por lo general a bala, y con lo que los homicidios han llegado a ser la tercera causal de muerte en el país, y desde 2003 la primera causal en los hombres.

La ejemplar democracia venezolana, fuente de la legitimidad de Chávez, se ha ido convirtiendo en una glamorosa fantasía:
En las presidenciales de 2000, la abstención alcanzó un 76%.
En el plebiscito revocatorio ganado por Chávez la abstención llegó a 54,06%.
En el plebiscito de 1999 para aprobar la Constitución Chavista la abstención fué de 55,63%.
En las elecciones municipales de 2005 la abstención llegó a 68,6%.
Este es el estado actual de la democracia Venezolana.

En opinión de Carlos Ball y otros analistas venezolanos (algunos exiliados), la fórmula de Chávez para mantenerse en el poder ha sido el derroche más desenfrenado a cuenta del petróleo. Salud gratuita, educación gratuita, becas para todos, universidad para todos, la “computadora bolivariana”, “festivales de la juventud”, becas de mantención para estudiantes (que ya tienen educación gratis), industrias básicas, continuidad de giro para empresas quebradas, apoyo a cooperativas, es decir, lo que sea que se pueda repartir a destajo, y con cargo a la caja fiscal, ¡sea!, van los petrodólares; esto ha suscitado una economía precaria basada en la alta liquidez de circulante en una moneda volátil que ha perdido credibilidad internacional, pero que mantiene tranquilos y un poco aletargados a los venezolanos, en un ambiente de precios irreales. Esta situación se podrá mantener mientras siga la escalada de precios del petróleo, que va en 75 dólares. Si el petróleo se “normalizara” digamos en unos 40 dólares, el colapso sería fulminante.
Según un análisis del periodista O. Lauffer, la actual situación de Venezuela es consecuencia de una seguidilla de gobiernos de inspiración socialista (o socialdemócratas), que se han sucedido desde la caida del general Perez Jiménez, y que han ido profundizando uno tras otro las políticas de intervencionismo, derroche y corrupción, que provocaron la crisis que llevó a Chavez al poder. El pueblo venezolano creyó encontrar en Chávez al militar honesto que terminaría con la corrupción política (una antigua leyenda latinoamericana), y el mismo Chávez en principio reivindicó una cierta cercanía política con Pérez Jiménez.
Desgraciada pero previsiblemente, Hugo Chávez hizo lo peor que podía hacer, es decir, tratar de superar la crisis metiéndose más de cabeza en sus mismas causas: populismo, demagogia, estatismo; en resumen, puro y simple socialismo bananero latinoamericano.
Para ver reacciones a este artículo.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home