Tuesday, September 26, 2006


A manera de EPITAFIO

Fidel Castro, el abyecto sátrapa que ha gangrenado a Cuba durante los últimos cuarenta y cinco años, ......tiene cáncer. Y como el cáncer no perdona, se espera que ya para mediados del 2007, habrá pasado a mejor vida.
Como cristiano, no quisiera alegrarme por la muerte de este sicótico, pero comprendo que ella sea motivo de alegría para millones de cubanos.
De herencia deja miles de muertos, millones de exiliados, una historia sangrienta y llena de disparates, como sus absurdas intervenciones en Africa, sus acciones desestabilizadoras en Sudamérica, el afiebrado dislate nuclear de 1962, que puso al mundo al borde de la guerra atómica, y como corolario, un pueblo harapiento, empobrecido, con un PIB per cápita que se estima en ¡menos de 1000 dólares!, (porque no muestra las cuentas nacionales). Sólo como dato informativo, antes de la "revolución", Cuba tuvo el PIB p.c. más alto de América Latina.
Lo que no puedo entender es como tantos bedejos pudieron estar (y tantos años) embobados con este monstruo. Puede ser un magnetismo, un poder de sugestión quizá, similar al que ejercía Hitler sobre sus idiotizados súbditos; en fin, nadie que no esté lastimosamente atontado puede desconocer la funesta realidad de esta larga dictadura. Hoy día se hace turismo sexual en Cuba, y más barato que en la época de Batista.
En resumen, no le deseo la muerte al dictador (ni a nadie),pero sí deseo que muera su régimen.