Tuesday, October 28, 2008


En la colina de Champel

Enviado por Serveto el Lun, 27/10/2008 - 21:46.


¿Quién fué Miguel de Servet? ¿Por qué se le recuerda?. La verdad es que se ha cumplido hoy un año más de su asesinato y no son muchos los que podrían respobnder estas preguntas sin antes consultar alguna enciclopedia. Podríamos pensar quizá, que la educación moderna tiene demasiadas materias que enseñar a nuestros niños, y probablemente no queda tiempo que dedicar a un mártir de la Libertad; a alguien que murió en la hoguera por la Libertad, acusado de herejía, y Nó por la Inquisición, sino por Calvino, el "reformador".

La verdad es que tuvo que haber muchos valientes dispuestos a entregar la vida, a través de los siglos, para que nosotros podamos ser libres hoy.

 A continuación una  estupenda reseña plagiada de uno de sus descendientes, llamado, .....SERVETO.
 
http://valdeperrillos.com/blogs/serveto/en-colina-champel


Tal día como hoy hace 455 años, una comitiva encabezada por los síndicos de Ginebra presididos por la voluntad de Calvino,  atravesaba la puerta de la ciudad y se dirigía entre redobles de tambor a la colina de Champel.  Cubierto con una túnica y en estado miserable  llevaban a la hoguera a Miguel Servet, natural de Villanueva de Sijena en el reino de Aragón.

Su delito, negar la Santísima Trinidad, y oponerse al bautizo de niños. La primera por ser una creación de los hombres, que separa y no une a los que creen en el Dios único, siendo el principal obstáculo para la conversión de moros y judíos. La segunda por ser contraria al ejemplo de Jesucristo  que se hizo bautizar voluntariamente una vez adulto.

Conforme al ritual fue atado con cadenas a un poste y rodeado su cuerpo con una cuerda a la que se habían atado sus escritos  heréticos para que se quemaran y le abrasaran a él. Los verdugos no escatimaron en crueldad. Una corona de paja impregnada de azufre cubría su cabeza para que prendiéndose enseguida aumentara el dolor y evocara la pestilencia del infierno. La leña, verde y mojada, para que el suplicio fuera bien lento. Y ya lo creo que lo fue, pues el desgraciado tardó más de dos horas en morir.  En todo momento durante el suplicio fue requerido a retractarse, pero a diferencia de Galileo, se negó  a hacerlo y se mantuvo fiel a sus ideas en la hoguera hasta la muerte.


Le tocó vivir una época extraordinariamente convulsa, a la que correspondió su personalidad excepcional. A los trece años dominaba el latín, el griego y el hebreo. Estudia leyes en Toulouse y a los dieciocho viaja en la corte de Carlos V al servicio del confesor imperial. A los veinte se sumerge en el mundo de los reformadores y escribe su  obra "De Trinitatis Erroribus" por la que veinte años más tarde es ejecutado. Humanista y hombre del Renacimiento, su dominio de las lenguas, de las matemáticas y de la medicina, le permite editar la versión española de la Suma Teologica de Santo Tomás, la Geografía de Ptolomeo, o predecir eclipses a la vez que participar en el debate cumbre de la medicina de la época sobre la acción de los jarabes (medicinas)en el organismo.

Anatomista extraordinario y alumno distinguido junto con Vesalio en la Universidad de Paris, es uno de los precursores del método científico que años más tarde consolida Galileo. Curiosamente es en un libro sobre religión, "Cristinismi Restitutio" y buscando el lugar donde reside el alma, donde  describe la circulación menor de la sangre.

Pero independientemente de la importancia de sus descubrimientos fisiológicos,  o de su labor como polemista religioso, la figura de Miguel Servet se distingue como mártir de la libertad de pensamiento y de expresión de las ideas, cualesquiera que éstas fuesen, en abierto desafío a cualquiera que quisiese coartarla. Las Iglesias Unitarias consideran a Servet su pionero y primer mártir.

Calvino al eliminar a su rival directo perdió su autoridad moral. La injustificable ejecución de Servet escandalizó a muchos pensadores de toda Europa y brindó un poderoso argumento a los defensores de los derechos civiles, quienes se oponían a que se matara a las personas por razones de fe. A partir de ese momento lucharon con más determinación a favor de la libertad de culto.

 Leibnitz y Voltaire le rindieron constante admiración.


De nuevo cuando el dogmatismo reaparece, esta vez curiosamente travestido de laico y con el conservacionismo de la naturaleza por coartada, nada mejor que recuperar la huella de una persona que no dudó en dar la vida por sus ideas.

Vaya, en el aniversario de su asesinato, estas líneas de modesto homenaje recordando una cita de su escrito de defensa desde la cárcel de Ginebra: 

"Ni con estos, ni con aquellos estoy conforme ni disiento en todo.

Todos tienen parte de verdad y parte de error,

y cada cual descubre el error en otro sin ver el suyo".

¡Qué gran verdad!.



Y... otro homenaje...


Servet, quemado por caníbales con manteos

Por RAÚL DEL POZO




Voltaire resumió así el desdichado final de Miguel Servet: caníbales con manteos negros se apoderaron de él, de su dinero, y le quemaron a fuego lento para agradar a Calvino. Los jueces de Ginebra violaron los derechos de las naciones y destruyeron a un héroe de la conciencia libre, a un médico, que como después su paisano Cajal, revolucionó la medicina. El protestantismo tiene en la conciencia su Galileo, aquel baturro que se iba de la mojarra, con un ego incontenible y una genialidad cercana a Goya, o a Buñuel; como el de Calanda vivió entre la fe y la blasfemia. Llegó a decir que creer en la Santísima Trinidad era como adorar a un perro de tres cabezas.

«Nosotros –dijeron las cucarachas–, síndicos, jueces de las causas criminales en esta ciudad (Ginebra), visto el proceso hecho y formado ante nosotros a instancias de nuestro procurador criminal, contra ti, Miguel Servet, de Villanueva, en el reino de Aragón, en España, por el cual y por tus voluntarias confesiones en nuestras manos hechas y muchas veces reiteradas, y por los libros presentados ante nosotros, consta y resulta que tú, Servet, has enseñado doctrina falsa y plenamente herética. Te condenamos a ser atado y conducido al lugar de Champel y allí sujeto a una picota y quemado vivo juntamente con tus libros, hasta que tu cuerpo sea totalmente reducido a cenizas».

Era alto, sombrío, moreno, empecinado, tozudo, pedante, sabio, superdotado, paje de obispos, corrector de pruebas en la clandestinidad. Su blanca barba hasta la cintura ardió y también se quemó un cerebro como el de Einstein, cuando las mejores mentes eran destruidas por los papas sodomitas y los luteranos psicópatas. El sabio padecía de una malformación inguinal, posiblemente a consecuencia de una sífilis que trajeron los primeros navegantes de las Indias. Hijo de un notario, de familia de marranos, aunque infanzones, se disipó por las fronteras con diversos alias y apodos; igual que Vives y tantos nigromantes, librepensadores, místicos y santos, anduvo errante, riñó con todos los teólogos, en todas las ciudades, se opuso al bautismo de los niños.

Lo destruyeron porque no estaban de acuerdo con sus interpretaciones de la Biblia, porque descubrió la circulación pulmonar y porque jamás se arrodilló ante patrañas. Fue en las orillas del lago de Ginebra. Dijo el ministro ginebrino: «Ya veis cuán gran poder ejerce Satanás sobre las almas de que toma posesión. Este hombre es un sabio, y pensó enseñar la verdad; pero cayó en poder del demonio». Lanzó espantosos aullidos. El verdugo lo amarró a la picota, le puso una corona de paja untada de azufre y al lado un ejemplar del Christianismi restitutio. Con una tea prendió fuego a los haces de leña, húmeda por el rocío de la mañana.

– ¿Por qué no acabo de morir? Las 200 coronas de oro y el collar que me robásteis, ¿no os bastaban para comprar la leña suficiente para consumirme? Los ginebrinos echaron troncos secos para aliviar el martirio. Así que no está basado en la historia aquel texto de Borges: «Una tradición oral que recogí en Ginebra refiere que Servet dijo a los jueces que lo habían condenado: ‘Arderé, pero ello no es otra cosa que un hecho, ya seguiremos discutiendo en la eternidad’».

Acusado de escribir 38 proposiciones heréticas, de haber difamado a la persona de Calvino y a la iglesia de Ginebra, se le objetó que hubiera escrito de la fertilidad de la Palestina en un libro sobre Tolomeo. Calvino le acusó de panteísta; lo visitó en el calabozo cuando las pulgas se lo comían «Mis calzas están desgarradas, y no tengo camisa que mudarme».

– ¿Crees, infeliz, que la tierra que pisas es Dios? –le preguntó Calvino.

– No tengo duda de que este banco, esa mesa, y todo lo que nos rodea es la sustancia de Dios.

– Entonces también lo será del diablo.

– ¿Y lo dudas?

Nació en la época de hechiceras, conjuros eróticos, jamás olvidó el aroma del romero. En Villanueva de Sijena, a 16 kilómetros de Sariñena, estudió para ser el más grande de todos los herejes. Según Menéndez Pelayo, entre los heresiarcas españoles ninguno le vence en audacia y originalidad de ideas, ni en lo ordenado y consecuente del sistema, ni en el vigor lógico y en la trascendencia ulterior de sus errores. Nació en Tudela, pero se crió en Villanueva. «Son clarísimos –escribió– los españoles de todo orden, por sus navegaciones oceánicas». Habla con melancolía de las mozas de su pueblo que se perforaban los lóbulos de las orejas con un arete de oro o de plata. «Rodean también su talle con cinturón de madera, para parecer más pomposas y no salen de casa si no las acompaña una caterva de criados que las precede y de criadas que la siguen. Se abstienen del vino y deforman su rostro con colirios, munio y cerusa».

Creo que al genio se le iba de vez en cuando la olla, porque tuvo alucinaciones; descubrió a Jesús cabalgando en la cuádriga de Ezequiel y entre los mirtos de Zacarías y a Cristo caminar en las olas del viento, midiendo los cielos con su palmo, «le caben en sus manos las aguas del mar».

«¡Oh, Cristo, Hijo de Dios eterno, salva mi ánima! ¡El hacha! ¡El hacha!», murmuró el caballero andante de la Teología. Théodore de Béze piensa que hay tres terribles monstruos religiosos nacidos en España en el siglo XVI, Loyola, Servet y el conquense Juan de Valdés.

En aquella época, los españoles no eran tan horteras como hoy, ni iban por las ciudades del mundo a comprar, sino a discutir de teología y de amor. Descubrió la impiedad cuando conoció al franciscano José de Quintana, erasmista, confesor de Carlos V. Con él asistió a la coronación del emperador en Bolonia dos años después de la mañana del 5 de mayo de 1527, cuando al atardecer, 25.000 furiosos mendigos con espada y antorcha en la mano, con el santo y seña de Imperio, España, Victoria, invadieron rugiendo Roma. El paje adolescente del cardenal asistió después a la coronación de Carlos V por Clemente VII. Allí se dio cuenta de que al Papa lo llevaban los príncipes en los hombros, y el pueblo vivía de rodillas. Después de ver el espectáculo diría: «La Iglesia católica es una prostituta».

Las dos iglesias cayeron sobre él. «Hoy –escribió Jiménez Losantos– ni católicos ni protestantes gustan de recordar a quienes quemaron, pero tampoco los ateos guardan consideración por quienes dedicaron lo mejor de su tiempo a la teología». La Iglesia protestante reparó en parte su culpa cuando le erigió un monumento. «Somos hijos de Calvino, pero lamentamos el error del siglo».

Saturday, October 25, 2008

It´s not by the climate, stupid! It´s by our freedom
(o ... de cómo una estupidez se convierte en un peligro real).

A continuación traduzco (y resumo algo) un artículo tomado de un sitio australiano,….

De su lectura puede apreciarse, con una claridad sorprendente, casi chocante, se diría, cómo la estulticia humana puede transformar una superstición pseudocientífica, (una mera creencia), en una nueva ideología totalitaria; y cómo, a partir de una mitología absurda, sobre un presunto “calentamiento del planeta”, se obtienen y arguyen razones, aparentemente plausibles, para poner en jaque, una vez más, al sistema democrático y al patrimonio de libertades personales a las que estamos acostumbrados y que constituyen, a nó dudarlo, el capital más valioso, y la riqueza inmanente de nuestra civilización.

  Es chocante que el autor del dislate sea un académico, y de un país de la órbita occidental, justamente de uno de aquellos paises donde la población goza de mayores libertades y mejores condiciones de vida, gracias a un sistema democrático y capitalista profundamente arraigado.

 Es chocante la ligereza, la imprudencia y la insensatez con que el autor lanza frases como: “¿es suficiente la democracia?” (justo en el título); o como: “La democracia liberal es dulce y adictiva”, y “la libertad individual desenfrenada abruma muchas de las necesidades colectivas de los ciudadanos”; o como: “Debe haber mentes abiertas a considerar críticamente la democracia liberal”; y  “La reforma debe implicar la adopción de estructuras para actuar rápidamente sin importar lo que algunos percibieron como libertades”.

 Es de notarse que, a despecho de las credenciales académicas del autor, el artículo se funda sobre una tesis que objetivamente es una perfecta imbecilidad; la cual es, suponer, así sin más,  que la prohibición de las bolsas plásticas de compras en China es una medida de “mitigación del cambio climático”, disparate que no resiste ni el menor análisis, independientemente de si uno esté o nó de acuerdo con la prohibición. No cabe duda de que la basura plástica representa un problema serio de contaminación, pero no hay nada que pueda hacer pensar que aquella basura sea un factor del clima.

En fin, la lectura del artículo deja una sensación desagradable de alarma y preocupación; debemos convencernos de que la Libertad tiene muchos enemigos, y están donde menos se les espera encontrar.  


Climate change, is democracy enough?

By David Shearman - posted Thursday, 17 January 2008

http://www.onlineopinion.com.au/view.asp?article=6878

About the Author

David Shearman is Emeritus Professor of Medicine and Hon Visiting Fellow, Department of Geography and Environmental Sciences, University of Adelaide and Hon Secretary, Doctors for the Environment Australia. He is coauthor , with Joseph Wayne Smith, of two books: The Climate Change Challenge and the Failure of Democracy, Praeger, Davenport, Connecticut 2007, a series from the Pell Center for International Relations and Public Policy; and Climate Change Litigation. Analysing the law, scientific evidence and impacts on the environment, health and property Presidian Legal Publications, October 2006.  

Quizás las noticia más significativa en el frente del cambio climático era, la semana pasada, el aviso de que los bolsos  plásticos serán prohibidos en China en el lapso de seis meses.

  Déjeme analizar porqué esto es tan significativo.

 La ciencia contenida en los informes de IPCC nos dice que la crisis ecológica generada por el cambio de clima es una amenaza abrumadora para la humanidad.

 Desafortunadamente parece cada vez más probable que el IPCC subestime la velocidad del cambio de clima.

 Ésta es la base para las declaraciones de muchos científicos de que la reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero debe ocurrir en las dos décadas próximas o puede ser demasiado tarde.

  Para muchos de nosotros, por lo tanto, un cambio en bombillas (de luz) de los ciudadanos es importante en términos de reconocimiento del problema, pero el efecto es infinitesimal en contraste con las acciones requeridas de los gobiernos.

 Éstos son a menudo los gobiernos que se jactan de acciones de mitigación del invernadero (en las sociedades ricas) mientras facilitan y aprueban vastos proyectos de generación a carbón en nombre del desarrollo económico perpetuo.

 Déjenos de vuelta a las bolsas de plástico.

 La interdicción ( de las bolsas plásticas) en China ahorrará la importación y el uso de cinco millones de toneladas de aceite usadas en su fabricación, solamente una gota en el océano del pozo de petróleo del mundo.

  Pero la importancia de la decisión está en el hecho de que China puede hacer eso por edicto y decretar el cierre de las fábricas. No tienen que preocuparse de la pérdida de donaciones políticas o por tener trabajadores temporalmente parados.

 Han juzgado que su acción favorece las necesidades de la sociedad china en conjunto.

  China se ha convertido, o está  a punto de convertirse, en el emisor más grande del mundo de gases de invernadero.

 Su desarrollo económico sugiere que pueda pronto emitir tanto como todo el resto del mundo junto.

Su ambiente está en un estado deplorable, con los ríos y el agua potable densamente contaminados, contaminación atmosférica seria, con gran incidencia en enfermedades.

 La contaminación y El cambio  de clima están reduciendo la tierra productiva frente a una población cada vez creciente lo que  obliga a que se importe algunos de sus productos alimenticios.

 Sus centros poblados serán candidatos a la inundación temprana por subida del nivel del mar y la fusión de glaciares del Himalaya reducirá su abastecimiento de agua.

 Todo esto sugiere que las reglas Chinas de ahorro pueden ser las primeras en desbloquear la mitigación de las emisiones de gases de invernadero y que tendrán éxito por ser decretos.

 Reconocerán que la alternativa es hambruna y desorden social

 Pongamos en contraste esto con las indecisiones de las democracias que juntas producen aproximadamente la otra mitad de las emisiones del invernadero del mundo.

 Es quizás razonable hacer al lector una pregunta:

 ¿Considerando el desempeño de las democracias en la reducción de emisiones durante la última década, usted siente que las democracias pueden y quieren reducir sus emisiones en un 60-80 por ciento este siglo o quizás más importantemente, en aproximadamente 10 por ciento cada década?

Si usted le dice “sí” entonces ud. Desconoce un largo historial de persistentes fracasos en una amplia gama de gestión ambiental que lleva al agotamiento de recursos naturales y agua dulce, biodiversidad y pérdida de servicios ecológicos, pérdida de tierra productiva y agotamiento de las fuentes esenciales del alimento tales como pescados del océano.

 En Australia, un exceso de democracia tuvo mucha responsabilidad en el fallecimiento del querido río Murray, en donde la discusión ha substituido la acción.

Tal análisis de la democracia se presenta en el libro The Climate Change Challenge and the Failure of Democracy, co-escrito por mi y José Wayne Smith, en una serie del Pell Center for International Relations and Public Policy.

  La razón fundamental  de que la democracia en su actual forma se halle entrabada (engrillada) se relaciona con su fusión con las necesidades de la empresa corporativa pero también importante es la negación humana para reconocer sus limitaciones y la inhibición para criticar la democracia y para ejecutar reformas.

  La democracia liberal es dulce y adictiva y de hecho en el caso más extremo, los E.E.U.U., la libertad individual desenfrenada abruma muchas de las necesidades colectivas de los ciudadanos.

 El tema es casi sacrosanto y aquellos que critiquen son llamados marxistas, socialistas, fundamentalistas y peor.

 ¡Se utilizan estas etiquetas porque no han sido percibidas las alternativas a la democracia!

 El soporte de la democracia occidental es un presidente prosélito y  mesiánico, que dirige una democracia fallida.

Debe haber mentes abiertas a considerar críticamente la democracia liberal.

  La reforma debe implicar la adopción de estructuras para actuar rápidamente sin importar lo que algunos percibieron como libertades.

 No es que la democracia liberal no puede reaccionar una vez que algo se considera una amenaza, por ejemplo, la respuesta rápida a una emergencia financiera internacional reciente.

 ¿Si los gobiernos pueden reconocer una emergencia financiera y en un instante mover  cielo y tierra (y  mover mil millones dólares, de libras esterlinas y de euros) para contenerla, por qué no pueden hacer iguales en respuesta a una emergencia ambiental global?

 Simplemente  porque nuestro sistema está concebido para vivir y para respirar en el actual sistema económico; el problema es que vivir y respirar dentro de los límites de los sistemas ecológicos del mundo es contrario a la actividad del progreso y del desarrollo según lo definido así en la democracia liberal.

  La decisión china sobre bolsos de compras es autoritaria y se pone en contraste con las soluciones ineficaces voluntarias propuestas en la mayoría de las democracias occidentales.

  Vamos a tener que mirar cómo las decisiones autoritarias basadas en el consenso de la ciencia se pueden ejecutar para contener las emisiones de gases de invernadero.

 No es que toleremos o no toleremos tales decisiones en el corazón mismo de nuestra sociedad, en la amplia gama de empresas desde imperios corporativos a unidades de emergencia.  Si no actuamos urgentemente podemos encontrar que hemos elegido libertad total antes que vida.

La última sentencia es digna de leerse dos veces:

 "Si no actuamos urgentemente podemos encontrar que hemos elegido libertad total antes que vida".

¿Puede concebirse un sofisma más perverso? ... ¿Una dicotomía más  absurda?. ¿Puede acaso, el hombre libre y civilizado, aceptar que se le imponga una elección entre Vida y Libertad?.

Este puede ser el comunismo del siglo XXI

Saturday, October 04, 2008

No es el clima, estúpido.
............ quieren nuestra libertad (y nuestro dinero).


Si seguimos como vamos, en un futuro no muy sonriente tendremos que limitar nuestro consumo de carne a lo considerado "sustentable" por las autoridades; no es chiste, ya lo ha declarado así el jefe del IPCC, un tal Pachauri, (Indio).
La cuestión está bastante clara: el metano (CH3), es un "gas de invernadero" 20 veces más "potente" que el CO2 . Se ha llegado a determinar que el ganado rumiante es la principal fuente de emisión de metano relacionado con actividades humanas. Se deduce entonces la importancia de "regular" en el futuro el consumo de carne con criterios de "sustentabilidad".
Ya no será el precio el regulador: será la "sustentabilidad".

Decía un candidato a la presidencia de mi país, ......que es buena cosa tener auto; por el placer, la comodidad y la autonomía que te brinda (obvio), y por lo tanto es justo y comprensible que todos deseen tener un auto en el mundo de hoy, .......... pero (y es un pero muuy grande), desgraciadamente no es "sustentable" que todos podamos tener un auto.
No señor, ¿no ve que tenemos que pensar también en el "planeta"? y los autos emiten "gases invernadero" ¿vió?; (sí ya veo, pensé yo, y no necesito ser muy astuto para adivinar, aquí y ahora, quienes se van a tener que quedar de a pié).
Esta declaración histórica no sería rara en un socialista; en un Rodríguez Zapacero, en un Ricardo Lakes (I el Bienamado, actual "Embajador Mundial ante el Cambio Climático"), hasta me parecería comprensible (aunque no por eso menos abominable), pero resulta que quien así disertaba era justamente el candidato que (supongo yo), debería estar presto a quebrar las lanzas en defensa de la Libertad (la mía, la suya, la de aquel y la de todos por igual).
Será fácil entender que me quedé perplejo y un tanto estupefacto.

Hoy puedo comprar un auto de tercera o cuarta mano al mismo precio de su valor de chatarra, y a menos también; en realidad hasta por el precio de DOS RUEDAS de un auto nuevo, puedo conseguir un vehículo usado. En el taller que tengo a media cuadra de mi casa le puedo reparar lo que haga falta, y virtualmente cualquier repuesto lo conseguiré en alguna desarmaduría. Así entonces, cualquiera, no sólo yo, sino cualquiera puede tener un auto en Chile; y esto es el CAPITALISMO, el sistema en el cual vivimos, y en el que se supone que somos libres; ganamos lo que podemos y gastamos en lo que queramos, sólo con la limitante del precio obvio,...... bueno, parece que ya no será así;
ya no será el precio el regulador: será la "sustentabilidad".


Ya se sabe de un cretino que propone establecer por ley una "cuota anual obligatoria de emisión personal de carbono", en forma de una tarjeta en la cual se deba ir registrando cada compra de combustible hasta completar la cuota, caso en el cual, el borrego no tendrá más opción que esperar a fin de año la renovación de su "cuota" (salvo que pueda comprar en el mercado negro, o sobornar a alguien, como es lógico). ¿Cómo se llama esto? ...racionamiento, y ¿....estamos hablando de Cuba, de Corea del Norte, o de la desgraciada Rodhesia?.... no, no estoy hablando de ninguna dictadura comunista, estoy hablando de Occidente, de gobiernos socialdemócratas, y aún que se llaman de "libre mercado" (pero claro, con "ciertas regulaciones").
Por acá, más cerca de la casa ya hay tarados que proponen de frentón, "prohibir" la leña con similares pretextos.

Para poner las cosas en contexto: aclaro que vivo en la zona central de Chile, un entorno que se parece mucho al Paraíso (en la canción nacional se habla de "Edén"); es decir, se parecería si no hubiera tantos chilenos viviendo por aquí.
Antes de que me agredan, explico: nosotros, como raza, tenemos la propensión a elegir siempre la peor de las opciones (cuando tenemos opciones); es por eso que estamos como estamos. Si fuéramos al revés, efectivamente tendríamos aquí la "copia feliz del Edén".
Y no digo más, porque no soy político.


Volviendo al tema: gracias al mar que tranquilo nos baña (en realidad a la corriente de Humboldt), tenemos un clima extremadamente suave, con inviernos que a veces ni lo parecen, pero, .....siempre habrá algunos "eventos" en que los termómetros se caen al bajo cero; a veces por varios días, incluso semanas. Es en estas circunstancias en que se aprecia en toda su magnitud el encanto sin igual del invierno; el aire se carga de variados aromas de las distintas leñas, cada una con su fragancia característica: el ciprés, el pino, el eucalipto, el peumo, el boldo, el espino, el aromo, el quillay y muchas más, cada una aportando lo suyo. Agréguese a eso que justo en invierno cae el "mes de los santos", y en Chile, todo (digo "todo"), se celebra con asados; en esta parte del mundo somos consumidores compulsivos de carne asada (aunque NUNCA TANTO como los argentinos, eso que quede claro), y en invierno campea el chancho (costillares, pulpas, chuletones, longanizas, etc.), justamente una carne muy fragante en la parrilla.

Dicho lo cual, sostengo responsablemente que estas cosas, nimias si se quiere, forman parte de nuestra cultura, nuestra calidad de vida, nuestra forma de ser.
¿Acaso nadie se sentiría violentado si se enterare de que un indio, o un coreano, o un africano están, en estos mismos momentos, en cómodas oficinas climatizadas, ayá en N.Y. (pagadas por los contribuyentes, por supuesto), urdiendo y planificando mecanismos y "políticas" para reglamentar ("regular", le dicen), lo que podamos consumir de carne, de leña, de carbón, ....etc?

En el futuro al que nos quieren llevar, será imprescindible contar con un permiso municipal para el asado del domingo (obvio, por la "emisión de gases de invernadero" que supone una parrilla), evidentemente con un pago al efecto, sin contar con que el carbón vendrá gravado con un "impuesto al carbono", con lo que consumir carbón que no sea de marca y envasado, será también delito tributario, punible con multa.

Ya ocurre que OBLIGADAMENTE tenemos que estar pagando electricidad más cara para efectos de subsidiar las tecnologías "ERNC" (energías renovables no contaminantes); esto es un disparate porque los que están desarrollando tales tecnologías (aunque sin muchos resultados, pero con mucha propaganda), son transnacionales como Simmens o Westinghouse que quizá necesiten muchas cosas, pero ciertamente No necesitan de la plata de los más pobres, los que tienen que juntar peso por peso lo que pagan por la energía. A esto lo han llamado el "liderazgo" de Chile (Sara Larraín); una idiotez, a mi modesto entender.

Mañana nos dictaminarán qué tipo de ampolletas debemos usar; cuánta carne podremos comer, cómo calentar nuestras casas, nos abrumarán con restricciones al uso del transporte individual (auto), y ya no podremos comprar o vender lo que queramos; ya hay ONGs "verdes" promoviendo impuestos (a los productos importados) proporcionales a la distancia del lugar de origen (impuesto a la "huella de carbono" le dicen; siempre un nombre elegante maquilla una barbaridad).

Los viajes por avión (un jet emite tantos "gases invernadero" como miles de autos), serán mucho más caros por el impuesto universal a las emisiones de aviación, y estarán restringidos (mediante el mecanismo de los "bonos de carbono"), de modo que su oferta será siempre insuficiente respecto a la demanda; el oligopolio perfecto, sin competencia posible ("regulación", se le llama). No hace falta ser tarotista para saber a quienes y a dónde irán los sobornos y las coimas, imprescindibles para que el sistema funcione (me estoy acordando del Mercedes Benz deportivo (rojo) del hijito de Kofi Annan).
Y a propósito de Kofi: poco antes de su retiro, y con motivo de una "cumbre" en Nairobi, el funcionario expresaba en un discurso ( difundido por "El Mercurio"), que el mercado de los "bonos de carbono", al amparo del "protocolo de Kioto" había alcanzado, ya en aquel año, los 30 mil millones de dólares, pero su potencial era para entonces de cien mil millones de dólares; citando a Stern anunciaba una proyección de al menos 500 mil millones de dólares para el año 2050.
Hoy está claro que se quedó corto Kofi en sus "estimaciones". Y también queda claro (clarísimo), la índole de los intereses que se mueven detrás de la "salvación del planeta".

Conviene tener claro que ambientalmente el Protocolo de Kioto en sí no es más que una humorada. En realidad resulta que la reducción de CO2 requerida en el Protocolo es de poco más de 1.000 millones de toneladas, (un 5% de las emisiones de 1990), y eso es menos de la mitad de lo que la humanidad emite cada año sólo por respirar. De hecho, si se cumple la reducción original pactada, los efectos sobre el clima serán nulos.
Y no podía ser de otra manera: Kioto no es más que la primera fase de un plan político de otra índole donde convergen diversos sistemas de intereses que nada tienen que ver con el clima ni el medio-ambiente ni nada que se le parezca, porque en el fondo todo es negocios y juegos de poder, como ingenuamente lo proclamó al mundo el propio Kofi Annan.

Un verdadero “Caballo de Troya” es este nefasto “protocolo”; en realidad, un contubernio internacional inútil y engañoso.
Inútil, porque para cumplir su objetivo declarado (”detener” un mitológico “cambio climático”), en realidad no sirve; primero, porque no hay tal “cambio”, y segundo, porque si es que lo hubiera, no habría forma humana de “detenerlo”.
Engañoso, porque bajo su objetivo declarado, patético paradigma de soberbia y estupidez, se halla el objetivo oculto, inconfesable y artero.
Engañoso, en fin, porque los que lo impulsaron saben que no sirve, no piensan en cumplirlo, o lo harán mientras les convenga, y no se descarte que (al menos algunos), conozcan y compartan sus ocultos y verdaderos objetivos.
¿Por qué embarcarse en una insensatez tan onerosa, de alcance global, que es imposible de cumplirse y que, para peor, no sirve en absoluto para los objetivos que se le atribuyen?. Simplemente porque se busca otro objetivo, -el verdadero,- que es, ni más ni menos, conseguir que la sociedad acepte la implantación de un poder supranacional que dicte las normas Y LAS COTAS de desarrollo para los distintos paises.
Esto dará lugar a la formación de un PODER inimaginable que quedará en manos de unos cuantos pocos, una amenaza a nuestra libertad como nunca en la historia se conoció.
La planificación global centralizada; entregada al manejo de una burocracia internacional parasitaria, servil y corrupta, .....¿el sueño de Lenin quizás? .....¿la apoteosis de Gramsci, encarnada en Al Gore?.
Ojo, que este puede ser el verdadero comunismo del SigloXXI

.....El caballo ya está en nuestra Acrópolis.